¿Los cosméticos contienen metales pesados? Si es así, ¿es peligroso para su salud?
Metales pesados: definición
Los metales pesados son elementos metálicos o metaloides naturales, entre los cuales podemos citar arsénico [As], cadmio [Cd], cromo [Cr], plomo [Pb], mercurio [Hg], antimonio [Sb], cobalto [Co] y níquel [Ni].
Están naturalmente presentes en el suelo y la corteza de la Tierra y en pequeñas cantidades en el medio ambiente.
Las buenas prácticas industriales no impiden la presencia residual de trazas metálicas e inevitables en el agua potable, los alimentos y los productos de consumo, incluidos los cosméticos.
Por lo tanto, pueden estar presentes en ingredientes minerales naturales como pigmentos utilizados como los colorantes o cargas minerales como las arcillas.
La implementación de un control de calidad regular nos permite monitorizar trazas de metales pesados en nuestros productos y garantizar que no representen, en este estado de trazas, ningún riesgo para la salud del consumidor.
La normativa sobre metales pesados varía de un país a otro. Nuestros exigencias regulatorias son superiores a la mayoría de las reglamentaciones locales de muchos países.
El Reglamento Cosmético Europeo (artículos 3 y 17) permite la presencia no intencionada de una pequeña cantidad de dicha sustancia, siempre que esta presencia sea técnicamente inevitable de acuerdo con las buenas prácticas de fabricación y, por supuesto, cuando se evalúa sin riesgo para la salud del consumidor.
Caso especial del plomo
El plomo es un metal pesado prohibido como ingrediente en todas las reglamentaciones cosméticas en el mundo. El umbral para autorizar su presencia en tasas ínfimas como trazas inevitables puede variar en función de la regulación de los países. De acuerdo con las regulaciones, no utilizamos ningún ingrediente que contenga intencionadamente derivados de plomo o plomo en nuestros productos cosméticos.
Sin embargo, trazas ínfimas de plomo se encuentran en nuestro entorno diario. Por lo tanto, también se pueden encontrar en productos cosméticos. De hecho, los pigmentos y agentes colorantes de origen mineral, utilizados, por ejemplo, en rojos de labios, pueden contener naturalmente pequeñas trazas de plomo. Verificamos sistemáticamente que estas trazas, técnicamente inevitables, no representen ningún riesgo para la salud humana.
Por ejemplo, las pequeñas trazas de plomo en un rojo de labios representan una exposición mil veces menor para una persona que la del consumo diario individual de agua potable en los Estados Unidos la cual cumple con el criterio de la EPA (Environmental Protection Agency).
En 2012, la FDA (Food and Drug Administration) publicó un estudio en el Journal of Cosmetic Science, que confirma que los rojos de labios no representan ningún riesgo para la salud de los millones de personas que los utilizan a diario. Todos los niveles de plomo detectados por la FDA en su estudio están por debajo de los umbrales recomendados para los productos cosméticos por las autoridades sanitarias internacionales.
Todos los productos que fabricamos, distribuimos y comercializamos cumplen con las regulaciones de la FDA, las regulaciones cosméticas europeas, así como los requisitos en términos de seguridad del consumidor de las autoridades de los países en los que operamos.
Al igual que con todos nuestros productos, los rojos de labios están sistemáticamente sujetos a una evaluación estricta de su calidad y seguridad. Es un principio fundamental que aplicamos en todo el mundo.